Spiritist in Mairimashita! Iruma-kun

**¿Dónde estoy?—pensé mientras miraba a mi alrededor.

Frente a mí estaba la puerta de piedra por la que había pasado, pero ahora me encontraba fuera de ella. Muy impresionante, diría yo. Observé los alrededores, pero no noté ningún cambio que pudiera comparar con mi memoria.

Al mirar nuevamente la puerta, vi cómo algo comenzaba a aparecer en el centro. Tenía la misma forma que el tatuaje que me hizo la torre, solo que ahora llevaba un número uno romano en el centro de la serpiente.

"Es hora de salir," me dije. Debía prepararme para la reprimenda que seguramente me esperaba al llegar a casa. Pasar meses fuera de casa y regresar con un tatuaje no iba a ser motivo de un castigo leve.

Ya fuera de la torre, inspeccioné los alrededores de la caverna. Regresar por el mismo camino por el que llegué ya no era una opción. Al menos, no tenía más esa ropa sucia y destruida.

Un ruido ensordecedor interrumpió mis pensamientos, seguido de cambios en las paredes. Comenzaron a formarse escaleras en un túnel que, al parecer, conducían a la superficie. ¡Ojalá así fuera! Sería muy conveniente.

Luego de subir todas las escaleras, agotado, me encontré con que el final de este recorrido llevaba a la misma cueva por la que había entrado al principio.

Rápidamente comencé a buscar mi mochila. Al encontrarla, la guardé en mi maletín. ¡Qué maravilla! Realmente me había cambiado la vida.

—Díganme ustedes dos, ¿cómo se sienten en este lugar? —pregunté a mis elfos.

—Maestro, este lugar está lleno de magia pura. Nos sentimos mejor que nunca.

—Perfecto. Este será el comienzo de sus nuevas vidas. Ahora volvamos a casa y preparémonos para lo que nos espera. Pero antes... tátuense la misma serpiente que tengo en la mano. Ya tengo una excusa lista.

…

Aterrizando frente a la puerta de mi casa, solté un profundo suspiro y toqué la puerta.

"Toc-toc"

La puerta se abrió y una sirvienta me recibió con sorpresa y alivio, tapándose la boca con las manos.

—¡Bienvenido, joven maestro! Avisaré al maestro de su llegada enseguida.

—No hace falta, yo mismo iré.

Con paso firme, me dirigí a la sala donde, según me habían dicho, se encontraban. Al pararme frente a la puerta, tomé aire y entré valientemente.

—¡Padre, hermana! Lo siento por haberme ido tanto tiempo. Estoy de…

No alcancé a terminar mi frase cuando un puño lleno de amor y preocupación impactó en mi estómago. Me arrodillé, casi vomitando, mientras intentaba recuperar el aliento.

—Urk… Hermana, lo siento por irme tantos meses. No estaba en mi control. De verdad lo lamento.

—¡¿Meses?! ¿De qué estás hablando? Solo te fuiste por una semana, dejando una carta que ni siquiera decía dónde ibas. ¿Sabes lo preocupados que estábamos? Pensamos que te había pasado algo, hermano pequeño estúpido!

—¡Hijo, no sabes lo decepcionado que estoy! Primero te vas sin avisar durante una semana, y ahora regresas como si nada, incluso con un tatuaje. Para colmo, te saltaste la prueba de ascensión de rango. ¿Acaso entraste en tu fase rebelde? No sé en qué fallé como padre.

—Tranquilo, papá. Todo tiene una explicación.

Me acomodé y comencé a relatar mi historia.

—Al emprender mi viaje, volé sobre el mar azul, disfrutando de las maravillas de este mundo. Ya cansado, decidí descansar en una isla que parecía desierta. Pero para mi sorpresa, me encontré con una raza de demonios que nunca había visto: los elfos.

—¡Eso no explica el tatuaje!

—Desconcertado, fui guiado a su aldea, donde me recibieron hospitalariamente, para mi sorpresa. Los elfos son demonios sin alas, lo que les impide abandonar la isla. En cuanto al tatuaje, me explicaron que el jefe del pueblo me marcó mágicamente para que las defensas de la aldea no se activaran contra mí en caso de un ataque. Durante mi estancia, conocí a una elfina. Le conté cómo era la vida en la gran ciudad, y, fascinada por la idea, le ofrecí trabajo como mi asistente personal y participar en un proyecto. Ella también disfruta descubriendo cosas nuevas. Puedes presentarte, Sigrid.

Sigrid salió de mi maleta e hizo una reverencia.

—Soy Sigrid, la asistente del maestro. Me ofreció bondad y una oportunidad para una vida mejor. Le estoy eternamente agradecida.

—Hijo, ¿puedo saber de qué trata el proyecto?

—Vamos a adaptar bebidas tradicionales de su aldea para comercializarlas aquí. Yo financiaré el proyecto. Si funciona, mi dinero será devuelto con intereses; si falla, sabré que aún me falta visión para los negocios.

—Ya veo. Espero que tu primer negocio sea exitoso. Pero eso no te exime del castigo. Ahora te quiero de la casa al colegio y del colegio a la casa. ¡Pobre de ti que algo así vuelva a suceder!

—Lo siento por preocuparlos tanto. Me iré a mi habitación a descansar. Por favor, indíquenle una habitación a Sigrid para que pueda hacer lo mismo. Nos vemos.

…

"Toc-toc"

Debe ser Ameri.

—Adelante.

Ameri entró a mi habitación, visiblemente molesta.

—Sabes que estaba muy preocupada. No vuelvas a hacer una de tus tonterías.

—Sí, lo siento. Debí ser más específico. Te traje un regalo.

Le entregué una pequeña caja negra que contenía unos aretes de diamante que había encontrado casualmente en una de mis exploraciones.

—Son preciosos. Gracias, hermanito.

Sonriendo, no pude evitar acariciarle la cabeza.

—Me alegra que te gustaran. Los encontré durante una exploración. Que tengas una buena noche, Ameri.

—Tú también, Cale.

…

Supongo que se preguntan por qué no presenté a Kaldor. Bueno

, Bueno necesitare el otro lado de la moneda . Si Sigrid es mi cara visible , Kaldor será el que jugara por mi en las sombras . Con un padre que trabaje en la seguridad de los demonios , es mas problemático actuar. Con esta mi plan empresarial comenzara .