Jenn×Emma×Allen

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"..."

"Se suponía que iba a ser una sorpresa para cuando regreses después de unos meses, pero bueno, no siempre salen las cosas como uno planea," comentó Elizabeth, su voz suave pero cargada de una nostalgia palpable. Recordaba la emoción que había sentido al decidir cambiar su apellido. Para ella, no solo era un simple cambio de nombre; era un símbolo de su conexión con Allen, una forma de reafirmar que, a pesar de la distancia y el tiempo, siempre serían familia. Era una decisión de la que nunca se arrepentiría.

"Tonta... gracias por esperarme todo este tiempo. Lo compensaré mientras me quedo aquí en Rumanía," dijo Allen, esbozando una leve sonrisa en su rostro mientras acariciaba suavemente la coronilla de Elizabeth. El gesto era íntimo, un recordatorio de la cercanía que siempre habían compartido, y Elizabeth cerró los ojos, disfrutando del calor de su mano.

"Más te vale que lo hagas, me lo merezco... Por cierto, dame tu número de teléfono, así nos mantenemos en contacto, y nada de responderme tarde, ¿ok?" dijo Elizabeth, su tono juguetón, pero con un toque de seriedad. Había una determinación en su voz que reflejaba su deseo de no perderse ni un instante más de la vida de su hermano.

"Sí, sí, ya empiezas, jajaja," respondió Allen, riéndose levemente mientras sacaba su celular. Se lo pasó, y Elizabeth, con una curiosidad infantil, tomó el dispositivo y comenzó a revisar todos los contactos.

La alegría de descubrir quiénes eran las personas en el círculo de su hermano era evidente en su rostro. Mientras miraba la pantalla, sus ojos se abrieron de par en par al ver los nombres. 'Jenna Ortega, Emma Myers, Isabel Myers... Si no recuerdo mal, es a la única persona que sigue con su cuenta de Instagram. Luego Tim Burton, Reed Hastings... y varios más que son simplemente sorprendentes,' pensó Elizabeth con admiración y respeto hacia él. Aunque en cierto sentido no la sorprendía tanto, ya que conocía de lo que era capaz su hermano. Finalmente, dejó de husmear y agendó su número, agregándose como **Eliz 💝**.

Tras eso, le devolvió el celular, pero al hacerlo, se dio cuenta de un leve detalle que la inquietó.

"Por cierto, hermano... muéstrame tus muñecas," habló Elizabeth mientras lo miraba seriamente, su mirada era fulminante, dejando claro que no había oportunidad de escape.

"Ah, eso, mm, está bien..." dijo Allen, quien aceptó sin problemas. Sabía que ocultar las heridas no era una opción; sería peor. Así que, con un suspiro resignado, mostró sus muñecas, sintiendo una punzada de incomodidad al hacerlo.

"¿Cómo te pasó eso? ¿Por qué estás lastimado? Dímelo ahora," exigió Elizabeth, su voz cortante y su mirada cada vez más fría a medida que la preocupación se transformaba en frustración.

Allen pensó unos segundos mientras observaba el rostro de su hermana, notando la intensidad de su mirada. Finalmente, dijo: "Pues... hay alguien que está detrás mío. Parece ser que busca intimidarme o hacerme daño. Envió a dos personas en mi contra y, bueno, me encargué de ellos."

"... Oh~ ya veo, jajajaj," Elizabeth no pudo evitar cubrirse la boca con ambas manos, una costumbre que había desarrollado desde hacía dos años. La risa brotó de ella como una respuesta involuntaria al alivio que sentía al saber que su hermano no solo había sobrevivido, sino que también había tomado medidas.

"No te cubras, ya no tienes que contener esa sonrisa y ese lado conmigo," dijo Allen, notando este hecho. Después de todo, en ese sentido, ambos eran idénticos y tenían sus motivos. Con su mano derecha, Allen apartó las manos de ella de su rostro, revelando su sonrisa siniestra y diabólica. Allen observó esa sonrisa por unos segundos, recordando eventos del pasado que habían marcado la vida de ambos.

La conexión entre ellos era inquebrantable, forjada a través de las adversidades y las risas compartidas.

"Jajaj, hermano, ahora que estamos juntos de nuevo, no te atrevas a dejarme de lado, aún más si hay diversión de por medio," dijo Elizabeth con esa gran sonrisa que a muchos les parecería aterradora, pero para Allen era algo normal, un recordatorio de su complicidad.

"Obvio que no, así que ya sabes, te dejo a cargo a ti eso," respondió Allen, devolviendo la sonrisa que tanto habían ocultado ante el mundo. Era un pacto tácito entre ellos, una promesa de que siempre estarían el uno para el otro.

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[Al día siguiente...]

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Jenna se levantó temprano en la mañana, alrededor de las 6 AM. La luz del sol se filtraba a través de las cortinas, llenando su habitación con un cálido resplandor dorado. Se estiró, sintiendo la emoción burbujear en su interior. Hoy comenzaban las grabaciones más temprano, y la adrenalina la mantenía despierta.

Había estado esperando este momento, y según le habían informado, para las tomas exteriores de la escuela en la serie utilizarían el castillo de Cantacuzino, en la ciudad de Bușteni. Al salir de la mansión, pudo ver que un coche gris la estaba esperando. Al abrir la puerta trasera, se sentó junto a Luiz Guzmán y Catherine, quienes interpretarían a Gómez y Morticia Addams.

Los saludó con una sonrisa brillante, sintiendo la energía positiva que emanaba del grupo. Mientras el coche comenzaba a moverse, Jenna miraba por la ventana, observando cómo el paisaje se transformaba. Los edificios de Bucarest se desvanecían, dando paso a las verdes colinas y los majestuosos picos de los Cárpatos. La belleza del entorno la llenaba de inspiración, y no podía esperar para sumergirse en su papel.

El viaje hacia Bușteni le ofrecía un momento para reflexionar sobre lo que había dejado atrás y lo que estaba por venir. Los nervios y la emoción se entrelazaban en su estómago, creando una mezcla que solo la experiencia de actuar podía apaciguar.

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