Spiritist in Mairimashita! Iruma-kun

Después de su presentación en el escenario, **Cale** se sintió aliviado pero aún tenía mucho por hacer. Sabía que tenía que saludar a algunos de los invitados más importantes de la noche. **Ajustándose el traje**, se dirigió hacia el grupo más imponente de todos: **los Trece Coronas**. 

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**Amaryllis** fue la primera en recibirlo. Al verlo llegar, la imponente demonio de cabello carmesí **lo abrazó sin dudar**, rodeándolo con fuerza en un gesto cariñoso. 

—¡Qué presentación tan encantadora! —dijo, liberándolo para mirarlo mejor—. Sabía que Poro te convertiría en un pequeño prodigio.

Cale **le devolvió el abrazo** con calidez. 

—Gracias por venir, Lady Amaryllis. Fue un honor tocar para ustedes esta noche.

—El honor es nuestro, pequeño violinista. —Amaryllis sonrió y luego se giró hacia su hijo, **Alice**, quien lo observaba con su habitual expresión seria y distante. 

—**Alice**, ¿por qué no juegas con Cale un rato? Estoy segura de que se llevarán bien. —Amaryllis le lanzó una mirada significativa a su hijo.

Alice frunció el ceño, **cruzando los brazos**. 

—No me gusta perder el tiempo con tonterías —dijo, con un tono altanero.

Cale no se inmutó, acostumbrado a los demonios con aires de grandeza. **Le sonrió amablemente**. 

—No es perder el tiempo si disfrutas el momento, Alice. Siempre estás invitado a jugar cuando quieras. 

Alice lo miró por un momento, y aunque no lo admitiera, algo en la actitud despreocupada de Cale **le cayó bien**. Sin responder, simplemente asintió con la cabeza y se dio la vuelta, dejando que Amaryllis se despidiera con un guiño. 

—Pásalo bien, Cale. No olvides que siempre serás bienvenido en nuestra casa. —Le regaló una sonrisa maternal antes de alejarse. 

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**Con el corazón más ligero**, Cale se dirigió hacia **Poro Amduscias**, su enigmático maestro, quien lo esperaba con una sonrisa que revelaba su personalidad juguetona. **El cabello verde y el cuerno sobre su frente** brillaban bajo las luces del salón, y sus ojos destellaban con una mezcla de interés y diversión.

—**Señor Poro**, muchas gracias por venir esta noche —dijo Cale con una mezcla de orgullo y nerviosismo—. Me gustaría saber… ¿qué le ha parecido mi actuación?

Poro lo miró, inclinando ligeramente la cabeza, y su sonrisa traviesa se ensanchó.

—**¿Qué puedo decir?** Fue exactamente lo que esperaba de alguien que ha estado bajo mi tutela durante años. —Hizo una pausa dramática, llevándose un dedo al mentón, fingiendo pensar profundamente—. Aunque… no estoy del todo seguro de si apruebo tu desempeño. Fue casi… **mediocre** —soltó con un tono juguetón, acompañado de un suave silbido.

Cale sintió un nudo en el estómago, pero antes de que pudiera responder, **Poro continuó hablando con una sonrisa socarrona**. 

—**Pero…** Sería una lástima que dejaras de tocar solo porque nadie es tan buen maestro como yo. Así que, por pura compasión —dijo, con un tono claramente sarcástico—, **te aceptaré oficialmente como mi alumno.** Brat, siéntete afortunado de aprender del mejor.

Cale no pudo evitar soltar una risa. **Era exactamente el tipo de respuesta que esperaba de su excéntrico maestro.** Con una sonrisa amplia, se arrodilló ceremoniosamente ante él.

—**Este discípulo saluda a su maestro.**

Poro soltó una carcajada. 

—**Oh, oh, oh.** Prepárate, mocoso. Ahora que eres mi alumno oficial, **intensificaré tus lecciones**. No puedes hacerme quedar mal ahora que he decidido entrenarte seriamente.

—**Entendido, maestro.** —Cale se levantó, sonriendo ampliamente.

Poro lo observó con una expresión burlona pero orgullosa. 

—Ve y diviértete, pero no olvides: **mañana comienzan las lecciones serias.**

Cale asintió y se despidió antes de dirigirse hacia donde estaba su hermana.

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**Ameri**, quien conversaba animadamente con algunas chicas nobles, lo vio acercarse. Cale, con su **impecable postura** y una sonrisa traviesa, saludó a las jóvenes con un tono encantador.

—**Damas, ¿me permitirían robar un momento con mi hermana?** —preguntó, inclinando la cabeza ligeramente, su sonrisa irradiando una inocente confianza.

Las chicas intercambiaron miradas, claramente **impresionadas por su cortesía y carisma**. Una de ellas, **una joven rubia vestida de blanco**, dejó escapar un suspiro tímido, como si acabara de experimentar su primer flechazo.

—No hay problema… —murmuró, con las mejillas ruborizadas.

Cale **sonrió satisfecho** y tomó la mano de Ameri, guiándola hacia el centro del salón. Allí, inclinó la cabeza ligeramente, ofreciendo su mano.

—**Señorita Ameri, ¿me concedería este baile?**

Ameri **sonrió con elegancia**, comprendiendo que su hermano estaba disfrutando del juego. 

—Sería un honor, **joven maestro Cale**.

Los dos comenzaron a **bailar con una gracia impecable**, moviéndose con fluidez y sin errores. **Habían practicado juntos durante años**, y su sincronía era perfecta. El público, asombrado, **rompió en aplausos** al final del baile.

Desde un rincón del salón, **Henri** observaba a sus hijos con una expresión de **orgullo**. 

—Si tan solo su madre pudiera estar aquí para verlos —murmuró para sí mismo.

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Después del baile, **Cale llevó a Ameri hacia la mesa donde Kira** estaba cómodamente sentado en una silla alta, comiendo felizmente un plato de carne y verduras. **Cale y Ameri se unieron a él** durante un rato, disfrutando de la comida y la compañía.

A lo largo de la noche, Cale y Ameri pasaron tiempo **conversando con otros invitados**, incluyendo **Lord Sullivan, Berry, Alice**, y otras figuras importantes. Cale incluso **bailó con varias chicas nobles**, y en un momento de pura diversión, **invitó a Kira a unirse al baile**, provocando risas y aplausos de los presentes.

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**Al final de la noche**, después de despedirse de cada uno de los invitados, Cale subió a su habitación, **agotado pero feliz**. **Kira** dormía profundamente en sus brazos, y Cale decidió dejar el baño para la mañana siguiente. **Se puso su pijama blanco** y se metió en la cama, sin esperar que Ameri llegara como de costumbre.

Cuando **Ameri** entró en la habitación, encontró a su hermano ya dormido. Tras darse un rápido baño, se metió en la cama. Al acercarse a Cale, arrugó la nariz al notar que no se había bañado. **Frunciendo el ceño**, lo empujó lejos y, en su lugar, **abrazó una almohada** con aire de fastidio.

Cale, aún medio dormido, sintió que algo le faltaba. **Buscó a tientas** hasta encontrar a **Kira**, y lo envolvió en sus brazos como un peluche. **Kira** se resistió unos momentos, pero finalmente **se rindió** y comenzó a dormirse de nuevo, ignorando el mal olor.

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Y así terminó el **primer evento social** de Cale, una noche que marcaría el comienzo de su futuro en la sociedad demoníaca. **Las conexiones y amistades** que formó esa noche se convertirían en los cimientos de lo que estaba por venir.