Chapter 54: Tristeza; Rumania
"…enn…"
"…Jenna…"
"¡Oye Jenna!"
Con ese grito, Jenna Ortega se levantó rápidamente de su asiento, el corazón latiendo con fuerza por la sorpresa. La confusión y el sueño la envolvían mientras miraba a su alrededor, buscando entender dónde estaba y qué había pasado. Al encontrar a Emma a su lado, con una expresión de preocupación en su rostro, sintió un alivio inmediato.
Con un suspiro al darse cuenta de que era solo su amiga, Jenna se acomodó en el asiento nuevamente y habló: "Oye Emma, no hagas eso, me asustaste." Su voz aún temblaba un poco, el eco del sueño desvaneciéndose rápidamente.
"Estaba preocupada, así que era obvio que lo iba a hacer... por esta razón," dijo Emma, señalando el rostro de Jenna con un gesto que radiaba sinceridad. Jenna, confundida, se tocó las mejillas y de repente se dio cuenta de que estaban húmedas. Las lágrimas aún estaban frescas y brillaban en su piel.
"…" Un silencio incómodo se instaló entre ellas mientras Jenna absorbía la realidad de su situación. La extraña sensación de dolor en su pecho la molestaba, recordándole la tristeza que había estado tratando de ocultar.
"Al principio estabas tranquila y durmiendo cómodamente, pero luego de un tiempo empezaste a mostrar un rostro triste y comenzaste a derramar lágrimas... Dime, si se puede saber, ¿qué soñaste que te puso así?" preguntó Emma con seriedad, su voz suave pero firme. Ella no podía soportar ver sufrir a quienes consideraba su familia y amigos, y su deseo de aliviar el dolor de Jenna era genuino.
"Yo... no lo sé, no puedo recordar," respondió Jenna, la verdad a medias que pesaba sobre su corazón. En realidad, podía recordar fragmentos del sueño, pero no todo. 'Recuerdo que soñé con él, cuando nos conocimos, pero... luego de eso no recuerdo más,' pensó, sintiéndose confusa mientras se limpiaba las lágrimas con el dorso de la mano.
"Entiendo. Si necesitas algo, por favor no dudes en hablarme," comentó Emma, intentando ofrecer consuelo con una leve sonrisa. Jenna, sintiendo un calidez en su pecho ante la bondad de su amiga, asintió y le devolvió la sonrisa. El tiempo pasó mientras ambas charlaban en voz baja, llenando el espacio con risas suaves, en contraste con el resto del elenco que dormía plácidamente a su alrededor.
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[Varías horas más tarde…]
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Finalmente, después de un viaje de más de diez horas, el elenco completo llegó sano y salvo a Rumania. El aire fresco y un poco frío del aeropuerto les dio la bienvenida al nuevo país. Tras el aterrizaje, todos bajaron del avión, un murmullo de emoción y cansancio llenando el ambiente mientras pasaban por el registro del aeropuerto. Al terminar, recogieron sus maletas, cada uno con un aire de anticipación por lo que estaba por venir.
"Hunter, ¿puedes ayudarme de nuevo, por favor?" dijo Emma, señalando su maleta con una sonrisa inocente que escondía su verdadera intención de no cargarla.
Hunter, siempre dispuesto a ayudar, sonrió. "Son bastante livianas, jajaja. Está bien, no es problema. Además, tiene ruedas, así que no es difícil," respondió Hunter mientras tomaba la maleta de Emma, lanzándole una mirada cómplice. Sus ojos buscaban a Allen, que estaba caminando con Jenna un poco adelante, ambos sumidos en sus pensamientos.
"Gracias, Hunter," agradeció Emma mientras se alejaba, yendo en dirección a Jenna y Allen. "¡Rei, llévame de nuevo!" habló Emma emocionada, su energía regresando mientras se paraba al lado de Allen, quien solo sonrió levemente, sintiéndose un poco confundido por la repentina alegría de Emma.
Emma estaba por intentar subirse a su espalda cuando alguien la detuvo. Confundida, miró a su lado y vio a Jenna, quien simplemente dijo: "NO".
"¿Eh? ¿Qué?" habló Emma, completamente desconcertada, lo que atrajo la atención de Allen. Era un conflicto inesperado y cómico al mismo tiempo.
"Emm... esta vez me cargarás a mí. Estoy aburrida, supongo," comentó Jenna, mirando a Allen con una sonrisa traviesa que iluminaba su rostro.
"Eh... Bueno, no tengo problema," respondió Allen, aunque la confusión aún reinaba en su mente por el cambio de actitud de Jenna. Sin dudarlo, se agachó un poco para que ella pudiera subirse, ya que era más bajita que Emma. Jenna se acomodó en su espalda y lo abrazó por el cuello, su risa resonando en el aire.
"Emma, esta vez es tu turno de llevar nuestras maletas," habló Jenna, mirando a su amiga con picardía antes de instar a Allen a que comenzara a caminar. Allen solo miró a Emma un segundo antes de avanzar.
"¿Por qué lo haces?" preguntó, su voz llena de curiosidad. "Para molestar a Emma un poco, ¡mira su cara! Es divertido," dijo Jenna, disfrutando del momento mientras observaba a Emma, quien estaba con un puchero, cargando las maletas de ambos, el gesto de frustración en su rostro.
"Eso no es justo…" murmuró Emma de mala gana, pero su tono no podía ocultar la diversión que sentía en el fondo.
"…" Una leve sonrisa apareció en el rostro de Allen, quien notó que algunas personas a su alrededor les tomaban fotos y grababan videos, capturando la escena de camaradería y diversión. Tras salir del aeropuerto, se dirigieron a una mansión que había sido alquilada por Tim. La mansión, elegante y espaciosa, sería su hogar durante gran parte del rodaje.
Allí podrían descansar adecuadamente, y la anticipación por el trabajo que les esperaba llenaba el ambiente. Emma, Jenna y los demás fueron a sus cuartos para acomodar todas sus cosas, mientras que Allen se separó de ellos, sintiendo la necesidad de un momento a solas para procesar todo lo que había sucedido y lo que estaba por venir.
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